miércoles, 30 de marzo de 2011

LA GRATITUD, CEREMONIA DE DESPEDIDA

PIENSO QUE…


…el viaje emprendido no tiene fin.

…un día de estos se van a materializar todos los personajes de nuestra historia que, musas mediante, pretendo empezar a escribir muy luego (no seremos los Buendía ni tendremos tantos años de soledad, pero de que hay material, lo hay).

…la fortuna no siempre sonrió a la familia Cortéz Heredia, por cuanto sus cambios de dirección en Tacna pueden dar cuenta de eso: cuando nació tía Adriana, vivían en una casa en la calle 25 de Julio, lugar eminentemente comercial y más céntrico; mi abuela Sara nació en una casa de un cité cerca del mercado Dos de mayo, un antiguo mercado de carne, y para los años aquellos, casi la periferia de la ciudad.

…a la mami Lupe le tocó muchas veces ser jefa de hogar, cosa que muchas de sus hijas, nietas y bisnietas han heredado.

…decidieron tener la nacionalidad chilena en vez de quedarse en Tacna y ser peruanos (¿por qué?).El abuelo era chileno, la abuela peruana, vieron en Chile tal vez mas prosperidad, estabilidad, quizá solo se obedeció al padre de familia, o el clima en esa ciudad era demasiado adverso luego del conflicto del salitre (que manera de pesar aun hoy en día en nuestras relaciones con los hermanos bolivianos y peruanos).

… como cuando la abuela María Antonia murió, el abuelo puso a sus hijas en casas de familia, como niñas de mandados, esta también pudo influir en el refinamiento citadino al vestir que llevó la mami Lupe hasta que murió, como una especia de cultura adquirida que fue reemplazando la propia(tomando en cuenta que si el origen es Santa Cruz de la Sierra, fue el lugar donde menos vestimenta típica vi), claro que solo hasta cierto punto, pues ya viviendo en Arica,Guadalupe asistía a reuniones donde se bailaban ritmos propias de su etnia.

…el hecho de separar a Guadalupe de sus hermanos desde la muerte de su madre puede que haya influido en la manera de llevar su propia prole, pues no se la recuerda como un madre de hacer cariño, de piel, si no recta a veces hasta severa, pero siempre presente.
(esto último me lleva a repetir lo que muchas veces he manifestado: hay muchas maneras de hacer cariño como hacer una rica comida, estar hasta la madrugada cosiendo algún traje para un día especial, caminar horas para encontrar algún dato que se necesita)

…el resto de las cosas que pienso tienen muy poco fundamento histórico, solo me guía la intuición y mi afán novelero. No tengo el dato duro, solo las voces estas que se atropellan para hilar una historia vieja en pluma nueva.

 Paula Luco Muñoz

domingo, 27 de marzo de 2011

CONJETURAS y CONCLUSIONES

Nuestra mami Guadalupe no nació en Bolivia, si no sus padres: Esteban Heredia y María Antonia Bustamante que emigraron desde Santa Cruz a Tacna, y aquí nace nuestra primera interrogante ¿por qué la familia Heredia Bustamante emigra a Perú? La conjetura a la que llegamos esta dentro de un contexto histórico antes del conflicto del salitre como lo llaman los bolivianos, Perú vivió un conflicto interno de consideración por lo que hubo intervención de Bolivia y Chile en bandos contrarios Con la Confederación Perú-Boliviana, el Perú había sido dividido en dos estados: Estado Nor-Peruano y Estado Sud-Peruano, además de contar con un presidente boliviano como Andrés de Santa Cruz y tropas bolivianas en el Perú.

Contra estos hechos se encontraban peruanos como Antonio Gutiérrez de La Fuente y Ramón Castilla, exiliados en Chile. También se encontraba el General Manuel Ignacio de Vivanco, Andrés Martínez, Felipe Pardo y Aliaga quien gestionó la intervención de Chile en la Independencia del Perú de la invasión boliviana.

Otros se encontraban refugiados en Ecuador como Agustín Gamarra y sus seguidores como  Negrón, Frisancho, Frías, Lasarte, Arrisueño; quienes finalmente formarán el Ejército Unido Restaurador en Chile con la misión de restaurar el estado peruano que había sido dividido por Santa Cruz.

Las campañas restauradoras fueron pagadas por el Perú al gobierno de Chile”[1].

Finalmente el conflicto se sella con la batalla de Yungay, donde las tropas del ejército restaurador derrotan finalmente al general Santa Cruz; El tío Juan cortés en su relato nos habla de que Esteban Heredia estuvo en  batallas contra los chilenos, por lo que podríamos suponer que la familia Heredia Bustamante se trasladó desde Santa Cruz a Tacna, Perú. 
El abuelo Esteban habría sido parte de las tropas de Santa Cruz y participado de tal conflicto; en la investigación que realiza Paula[2] de la calle donde nace posteriormente su abuela Sara, ella logra entrevistar a un antiguo residente del barrio el cual según le comenta, que posiblemente Guadalupe Heredia Bustamante trabajaba en una fabrica de uniformes militares que existía a pocos metros de donde vivían, lo que nos hace conjeturar también que desde pequeña la abuela Guadalupe aprendió el arte de la costura con su madre y que posteriormente heredó la tía Sarita,  también se dice que la mami Antonia murió joven en lo que me atrevería a discrepar  por la cantidad de hijos que tuvo (nueve  hijos), Paula dice que pudo haber muerto en el último parto, mi impresión es que no fue tan joven cuando falleció ella, tomando en cuenta la época, el abuelo Esteban fue de todas maneras más longevo. 

Otra conjetura que hicimos es el por que la abuela Guadalupe no usaba las ropas típicas de la población femenina del campesinado de Bolivia, y aquí se nos hace lógico por lo que pudimos observar en santa cruz, que la mayor parte de la población no usa aguayos ni polleras ni nada que se le parezca, y uno lo observa en las fotos que existen de la abuela siempre vistiendo con ropa citadina y elegante, inferimos que esto fue parte de la herencia cultural que recibió la abuela Guadalupe de sus y nuestros ancestros que lleva implícita esa diferenciación que hacen los cruceños de sus demás compatriotas.  


Otra información que obtuvimos fue que tanto la tía Adriana y la tía Sara nacieron en la ciudad de Tacna, que los demás nacieron posteriormente en la ciudad de Arica excepto el tío Juan pues nació en la ciudad de Iquique, él cuenta que es en esta ciudad en donde se conocieron la mami Guadalupe y el tata Isidro, Guadalupe estaba en Iquique y trabajaba como cocinera (es posible que en una salitrera), el abuelo Isidro después de abandonar la familia de origen (se cuenta que lo querían obligar a ser sacerdote),  llegó hasta Iquique, es posible que haya sido uno de los miles de "enganchados" que se vino al norte, en ese tiempo era muy común esa práctica, después ya radicados en Arica el abuelo Isidro fue dirigente no sé si gremial o sindical pero ocupó cargos directivos ¿herencia de las salitreras tal vez?   él llegó desde Coquimbo, era de familia acaudalada los Cortés Jeraldo.

apropósito del apellido Cortés algo hay en nuestra historia familiar que no esta claro un acontecimiento importante, antes pensamos que había sido un error en el registro civil pero esa tesis tuvo un vuelco,  hace poco la prima Menucha me planteó que le había confesado una de las primas Biagetti, que en rigor nuestro apellido era Cortés y no Cortez, entonces 4 errores no es posible en el registro civil, qué pasó? por qué el cambio?, yo tuve el acta de defunción del tata Isidro en mis manos y aparecía con "ÉS" y no "Z", es cierto que quien hizo los trámites fue el tío Juan, tanto para la mami Guadalupe como para el tata Isidro, pensé en un primer momento que por ser él quien hizo el trámite, era el error de letras en el apellido, pero después del mensaje de la prima Menucha creo mejor descartar tal forma de pensar, quien pueda dilucidar esto, será bien recibido su aporte.

               Cada vez me convenzo más que la historia familiar tiene mucho de comida: muchos aromas, sabores, colores, texturas y condimentos que le dan su particular sabrosura, que mejor alegoría siendo la mami Guadalupe cocinera y el tata Isidro que era panadero de oficio y músico y político de vocación por cierto cuatro artes, que nos son esenciales y que marcan el rumbo de nuestra familia de hacedoras(res), de artistas, de luchadoras(res) de causas justas y de entrega con vocación de amor a los de más.  
Weimar Navarro Cortez, Altohospicio, 27,marzo,2011



AQUÍ CASI TODOS LOS HIJOS Y EL PRIMO QUIQUE Y LA PEQUEÑA LA FORTUNA.


  
















[1] Historia militar del Perú, fuente Wikipedia.

jueves, 10 de marzo de 2011

Mi tarea: Tacna


Una vez de vuelta en Chile (luego de interminables horas en bus), hicimos lo que se suponía era el término de nuestro camino: visitar a tío Juan y dar las gracias en el cementerio a los abuelos por su acompañamiento.
Weimar ya resumió en la nota anterior lo que fue esa llegada a Arica, en otra tal vez contaremos las anécdotas relatadas por tío Juan o las propias que vivimos.
Sin embargo esta nota es solo mía, el mismo día que llegamos a Arica yo decidí partir a Tacna, pues tenía una deuda con mi historia. Tía Doris quedó preocupada por mi viaje en solitario, pero Weimar me despidió con todas las buenas vibras.
Tomé el auto sola…pasé la frontera sola…hice mis trámites sola, ¡yo que nunca había salido del país!
Llegue ya noche a Tacna, me fui a un ciber para dejar dicho que estaba bien. Me busqué un hostal, di unas vueltas por Bolognesi y me fui a dormir sabiendo que al otro día tenía muy pocas horas para obtener lo que quería: una foto del lugar donde nació mi abuelita Sara.
En la pasada anterior por Tacna la búsqueda de la dirección fue infructuosa, no dimos con la dirección debido al lógico cambio de nombres entre la administración chilena y la peruana.
El día de mi búsqueda parecía que la fortuna se había empeñado en no darme nada: paro de funcionarios públicos, sin embargo cierta de que mi pesquisa solo tenía buenas atenciones, enrumbé a la municipalidad, donde luego de subir y bajar di con las oficinas de planificación urbana, una cartógrafa (supongo que eso era) buscó en todos los archivos digitalizados el cambio de nombre de la calle Matucana, sin dar con ello, me envió al archivo municipal, de ahí me enviaron al archivo regional, y no encontré nada. Los funcionarios municipales que me atendieron al escuchar mi petición (y mi acento) ponían cara de no creer, pero de Weimar aprendí que pidiendo de forma sincera y con una sonrisa, se lograba mucho, así que contaba mis motivaciones y eso abría puertas. Paseé por diversas oficinas de la municipalidad, tuve acceso a documentos que los mismos peruanos tardan años en tener, empecé a sentir que tenía algo así como un hálito benéfico que me empujaba. A pesar de la buena disposición no lograba nada.
Me mandaron a la Casa Basadre: un centro cultural y museo, que estaba cerrado debido al paro, sin embargo igual entré acompañada de un profesor de artes que insistió ante el guardador que yo no podía irme de su ciudad con las manos vacías. No hubo ahí huella alguna de lo que buscaba. Me recomendaron ir a otro centro cultural que ya había visitado en mi primera estadía en Tacna, así que tomé rumbo hacia el Instituto Nacional de Estadísticas Informáticas, buscando cualquier dato que diera con el nuevo nombre de la calle donde nació Sarita.
A la hora que era ya tenía perdida la esperanza, y estaba decidida a volver con la dignidad de haber buscado todo lo posible, cuando el guardia del INEI me dijo:” señorita, vaya a la biblioteca municipal, ahí hay que guardar los documentos cuando las cosas cambian de nombre”, me dio las indicaciones de cómo llegar y fui.
Entré sin muchas esperanzas, le conté la  bibliotecaria de mi búsqueda y ella: la Sra. Carmen Benito Mamani, me buscó en las estanterías, mal encaramada y muy empolvada, en el tercer piso, me dio antiguos archivos, pero nada que datara antes de 1950. Finalmente me dijo: “en este libro salen los cambios en la ciudad de Tacna, aunque no creo que le sirva porque es un investigador nuevo”, y puso en mis manos “Desarrollo urbano y arquitectónico” de  Luis Cavagnaro Orellana, me puse a hojearlo con mas curiosidad que nada, cuando en la pagina 212 encontré un mapa, y ahí el nombre Matucana, el corazón se me aceleró a mil, y di pagina atrás y leí con los ojos llenitos:
…” la actual Blondel se reconoció como Gálvez y las callecitas de la antigua Ranchería comenzaron a denominarse Huáscar, Matucana y Zepita, y que corresponden a las actuales Fermín Nacarino, Julio McLean y Presbítero Andía”…
A esas alturas de la lectura ahogué un grito, tapé mi boca con la mano derecha en tanto con la izquierda levantaba el libro, Carmen, la bibliotecaria me miro por encima de sus lentes:” ¿encontró lo que buscaba?” apenas pude asentir con la cabeza pues el nudo en mi garganta no bajaba por más saliva que tragara, me miró, con los ojos tan inundados como los míos, “ ya…vaya a sacarle fotocopia” Salí tan de vuelo que deje mi mochila y olvidé que estaba en un servicio público, con el libro a la calle, con ganas de cantar, de bailar, de abrazar al primero que se me cruzara, saque las copias y volví. Carmen esperaba con mi mochila en su escritorio, me dio las indicaciones para llegar y me despidió con una mirada de infinita solidaridad.
Caminé, levité hacia el barrio del mercado “ 2 de Mayo” pero me perdí en alguna vuelta, fui a la comisaria más cercana, al lado del TEATRO MUNICIPAL DE TACNA, un carabinero de rango (no recuerdo cual)a quien le pedí indicaciones para llegar a la calle precisa y en palabras atropelladas le conté para que necesitaba ir ahí, inmediatamente le ordenó a un carabinero de menor rango que me acompañara, y sentí como si mi Tata: don Juan René Muñoz Sanders me guiara a ver donde había nacido su princesa.
Cuando estuve a pocas cuadras de mi destino, le pedí al edecán que me habían puesto que me dejara continuar sola, quería ese momento para mí.
Caminé contando las cuadras, cada paso, con el pecho henchido de aleteos, pero me fui oscureciendo, pues las cuadras no iban con la numeración que buscaba: 140, me trataba de consolar pensando que si no encontraba el número al menos estaba en la misma calle donde mi abuela y sus hermanos y hermanos tal vez jugaban. Llegué a la última cuadra con numeración 300 y no había más…me sentí decepcionada, vi a un caballero de algo más de sesenta años regando su antejardín y le pregunté por la numeración, una simple pregunta me abrió una tremenda represa de información : el señor Vacarse había habitado desde siempre ahí, su familia era dueña de esa cuadra desde antes de la ocupación chilena, me contó de los recuerdos de su madre, de los Muñoz que habitaban al frente, de los Rojas dueños de la cuadra opuesta, de la fábrica de uniformes militares chilenos que había en la esquina y que fue demolida para construir viviendas para la oficialidad peruana, me contó del cité donde su madre recordaba vivía una familia Cortéz(s), que la madre hacia trabajos para la fábrica de uniformes, le hablé del libro encontrado en la biblioteca que me daba estos datos tan desconocidos para él:”ah, sí pues; Luchito (Cavagnaro) me contó de ese libro, mire y que finalmente lo publicó, el fue amigo de mis hijos”…y una vez más el soplo de las causalidades . volando sobre mi cabeza.
Le di las infinitas gracias al señor Vacarse, que no creo que dimensione lo que su información daba a mi tarea, pues entre los datos me dijo :” esta calle nunca ha tenido primera cuadra, al menos no con este nombre, pero si la hubo alguna vez, de este lado siempre estuvieron los pares”.
Camine unos metros
Crucé hacia la vereda de enfrente que estaba en desnivel respecto de la calzada, y me senté, no pude evitar llorar, y reía, y lloraba, mis gafas oscuras quedaron empañadas , parecía una loca de atar, pero la loca más feliz de esa ciudad.
Sentí en ese instante que cerraba un círculo empezado no sé desde cuando, supe que podría traer a Amanda, mi hija, y decirle :”mira, en ese lugar nació la Abuelita Sara”
Sentí al fin mis pies con arraigo, me sentí parte de algo: mi gran familia nortina.
El viaje de vuelta fue con alas, tuve algunos percances que poco importaron, lo único que me urgía era llegar a tiempo al cementerio, pero no pude.
Arribé de vuelta a Arica cerca de las seis y media de la tarde, y medio perdida, pues si bien sabía cómo llegar , no tenía idea de la dirección de la casa de Tía Doris, donde suponía que estaría Weimar al no haber llegado yo al cementerio a la hora acordada.
Después de algunos desencuentros, pude llegar, darme una ducha y relatar a Weimar los detalles de mi viaje y lo que había encontrado, mientras me escuchaba todo lo que atropelladamente salía de mi boca, sonreía, y al final me abrazó.
Ha pasado un tiempo de eso, estoy con licencia médica en casa, pero como las cosas nunca son por azar, estos días me han servido para decantar el viaje, recordar y volver a emocionarme, anclar todo lo bueno que me traje para usarlo el resto de mi vida. Ahora sé de dónde vengo, aun no entiendo muy bien para donde voy, pero donde sea mi destino, sé que estoy pisando una huella nueva, con toda la fuerza de la antigua sangre que corre por mis venas: Josefina, María Antonia, Guadalupe, Sara, Herminia, Paula, y la nueva historia a partir de Amanda.
Mis infinitas gracias para mi compañero de viaje, que me contuvo, que se reía de mis gustos de pequeña burguesa, que me llamó compañera, que me llevó a buscar mis raíces y desde ahí me ayudó a recuperar mi propia vida, ¿mi tío, mi primo? da lo mismo, es mi sangre, mi familia, también lo extraño, pero eso es bueno, el aviador extrañaba al principito porque se habían domesticado, habían creado lazos. Como estos que ahora desean unir a este gran árbol (que casi parece selva) de los herederos Cortéz Heredia.


Actual calle Julio McLean, primera cuadra. Hace casi un siglo esta calle se llamaba  Matucana y ahi despues de la pared y el auto blanco estaba un cité que correspondía al número 140, donde vivió la mami Lupe y donde nació mi abuelita Sara





desde Santiago
Paula

martes, 8 de marzo de 2011

LA IMPORTANCIA DE ARICA

El regreso de Santa Cruz  hacia Chile fue a través de  Cochabamba- Oruro Pisiga- Colchane- Iquique,  un viaje excesivamente largo por ruta terrestre.

En Cochabamba hicimos una larga parada que nos permitió recorrer de nuevo esa ciudad, ya de regreso a chile el regreso fue por la ruta antigua pues la nueva había sufrido un derrumbe por las intensas lluvias,  eso significaba más horas sentados en un bus convencional y con una lluvia interminable, hasta pasado Colchane. A nuestra llegada a Iquique llegamos a casa de mi hermana Auristela, que nos atendió bastante bien pudimos descansar y preparar nuestro viaje en la noche hacia Arica, salimos de Iquique a las 03:00 de la madrugada, esta vez nos tocó un excelente bus, llegamos a las 07 de la mañana a la ciudad de Arica.
 Paula hizo trámites personales en el centro y después de cambiar algunos dólares nos dirigimos a casa de mi madre, donde pudimos establecer nuestro plan para hacer algunas entrevistas.
Nos pusimos en contacto con la prima Rosa Cortés(z)  Lara, para desde ella acordar una entrevista con el Tío Juan Cortés(z) Heredia, esa entrevista era a las 14:00hrs. Nos retrasamos 30 min. Por lo que le avisamos por teléfono. 
  
Cuando llegamos a casa del tío Juan nos saludo afablemente la imagen que recordaba yo de él, era la que tenía de cuando  niño, un hombre vigoroso y que me tenía simpatía me echaba bromas por mis ojos (me decía chichilo, que era un personaje de una tv novela de la época, que era oriental si no bien recuerdo), nos saludo también la tía Yoly siempre con su voz tan característica.
Aún no llegaba la prima Rosa y el tío Juan ya almorzaba por lo que nos sentamos a la mesa a la espera, nos sirvieron pescados y mariscos, el tío Juan sufre de una sordera por los años, en poco tiempo más cumpliría 90 años, por su estado, envidiable, parecía de 70.  Yo en lo personal no quiero vivir tantos pero sorprende su lucidez, después de unos minutos llegó la prima Rosa  nos saludó y con efusivo cariño a mi madre, después de los saludos y dispuestos en la mesa nosotros le comentamos algunos pormenores de nuestro viaje y le planteamos el propósito de nuestra visita, por lo que ella nos ayudó bastante, de hecho fue la conductora de la entrevista. Yo grabadora en mano, la puse sobre la mesa para captar toda la conversación.

El tío Juan en un principio no quería hablar de temas del pasado, él con su espíritu pragmático nos decía que -“el pasado, pasado era”  y que es mejor preocuparse del porvenir, pero la prima Rosa, conocedora de su padre lo convenció sin mayor esfuerzo de que nos echara una mano con su memoria, en el entretanto llegó el primo Juan que es el hijo varón mayor del tío y la prima Gloria que es hija de la tía Emma, después de  los saludos correspondientes,  lo que continuación se sucedió fue increíble, la cantidad de anécdotas y hechos familiares relatados por el tío y al lado mi madre que asentía con la cabeza a cada recuerdo. Yo estaba ensimismado escuchando con la boca abierta, nos dio mucha información y casi ya al terminar la conversación, la tía Yola puso la guinda de la torta, se ausento un par de minutos y de un derepente puso ante nuestros ojos de asombro un carnet de identidad de la abuela Guadalupe. 

     Cuando lo tuve en mis manos fue algo mágico, entré en un silencio interno apabullante miraba la foto de ella, la fecha de nacimiento (13 de octubre de 1892), su número de identidad (N° 37961) y busqué entre las 5 páginas de el documento su firma, tenía una caligrafía preciosa también  salía el oficio de cocinera que ejercía, la dirección donde vivía en ese momento(colón N° 953), decía que sabia leer y escribir y el lugar donde nació, todo esto afirma el documento que es aportado por los datos del mismo interesado. 


Ahora hay una teoría que sostiene la prima Menucha sobre el día que la abuela Guadalupe contrae matrimonio con el abuelo Isidoro (que se hacia llamar Isidro) esta sabrosa historia cuenta que la abuela Guadalupe no contaba con la aprobación de matrimonio de su padre Estevan Bustamante por lo que para poder casarse mintió en el registro aumentándose la edad por eso aparece con el mismo año de nacimiento que el abuelo isidro, 1892. En realidad dice Menucha La mami Lupe nació el 13 de octubre de 1897, por tanto, la fecha de su bautismo, es acorde con esa fecha, junio del 1898”.


Después de esa entrevista y con el CI de la abuela en mano nos dirigimos a un lugar para escanear el precioso documento, una vez digitalizado, no dirigimos a casa. 


Mientras Paula ya había tomado una decisión también a esas alturas, viajar si o si, ese mismo día a la ciudad de Tacna por unas tareas que eran importantes de realizar en el contexto de nuestra investigación, yo en cambio tenía la tarea de ir al registro civil de Arica para hallar indicios del documento que teníamos en las manos y que pronto devolveríamos a su custodio, específicamente queríamos las partidas de nacimientos, al día siguiente ya en el registro civil me dijeron que los datos de la abuela no estaban en los registros pero que habían unos libros en los cuales podríamos encontrar los datos que buscábamos por lo que al día siguiente fuimos temprano a pedir esos libros, nos pasaron unos libracos enormes y nos dispusimos a buscar, sin resultados  lo de las inscripciones  nacimientos pero entonces solicitamos los de defunción y el primero que hallamos fue el del abuelo isidro que decía claramente que había muerto de un cáncer gástrico y no una cirrosis como se dice. Y de la abuela  dice que su muerte fue debido a un fallo multi sistémico o sea no por una sola causa, aún que mi idea es que se debió a una negligencia médica.  Luego de eso solicitamos una fotocopia de los actas de defunción y posterior a eso poder pedir las actas de nacimiento y matrimonio, esta tarea esta pendiente pues debíamos regresarnos y necesitaban de dos a tres días para hacer la copia por lo que espero poder viajar pronto para ir en busca de esos documentos.

Ya con todo esto sentimos que nuestra tarea había concluido por el momento así que planificamos un regreso al cementerio para honrar a nuestros abuelos y darles las gracias por habernos a acompañado durante nuestro viaje, ya habíamos hecho un intento pero no nos resultó, ahora teníamos unos sahumerios y otros objetos de valor(el CI de la abuela, por ejemplo) para dar las gracias, mi madre Paula y yo nos apersonamos en la tumba e hicimos una palabras de gratitud, quemando sahumerio para ellos y cerrando con esto nuestro viaje.


Hoy ya han pasado dos semanas de aquello, Paula sufrió un problema de salud debido a todas las horas de bus y avión que debió hacer para esta investigación, estuvo hospitalizada por más de cuatro días en un hospital público allá en Santiago, gracias al universo está bien, pero echo de menos su buena compañía, su generosidad y buen humor, seguro que seguiremos teniendo contacto, porque fue bueno hacer este viaje, estuvo lleno de cosas lindas y buenas anécdotas, por que antes no la conocía, ni si quiera sabia que existía a pesar que nacimos el mismo día, porque hoy la siento cercana y mi familia, “De la Nueva Huella a la Antigua Sangre”.


Weimar Navarro Cortez