lunes, 7 de febrero de 2011

Arequipa: "aquí me quedo"

Es la ciudad blanca llamada así por sus construcciones de piedra volcánica que dan el color (o no color) al centro. Aluciné con los trabajos de forja y mampostería, las imágenes sacras y lo poco que pude ver de los altares y púlpitos de una iglesia. El gobierno municipal se ha preocupado de mantener esto en los edificios, independiente del uso que se les dé, ¿un buen ejemplo a seguir no?
Recorrimos algunas de sus innumerables iglesias, y cuando digo “algunas” es porque en Arequipa en un radio de cuatro cuadras se encuentran hasta seis templos religiosos católicos
San Francisco, donde fuera hay una escultura del santo patrono de los “hermanos pequeños” rodeada de palomas.





 Hay también una plaza donde unos jardineros muy cuidadosos y creativos mantienen impecable el lugar, en las cercanías hay un mercado artesanal, sin embargo el hallazgo más interesante fue una casa de antigüedades donde había desde una antiquísima armadura hasta mascarones de proa, pasando por imaginería sacra, pintura de la escuela cusqueña, delicada joyería y bisutería y muebles con incrustaciones de ébano y caoba
Santa Catalina, con museo y la única imagen de fachada con colores que vi en la ciudad, además de un amable guía de turistas de vocación, ex policía que nos indicó de donde tomar los mejores ángulos para nuestras fotografías, anécdota: por ese lugar vimos una familia de chilenos papá, mamá e hijo con camisetas de la selección (¿a todo esto clasificó o no en la sub no se cuanto?)
Iglesia y museo del Carmen, dato en el museo se paga una entrada de 10 soles por persona y además hay que dar una propina al guía.
Iglesia y Claustro de la Compañía, este último convertidos sus dos patios en tiendas artesanales para turistas (entiéndase con precios casi prohibitivos).
Puente Bolognesi: uno de los tres puentes de la ciudad, no pasamos al otro lado pues la señorita que nos atendió en la oficina de turismo de Arequipa nos recomendó no salir del radio central para evitar malos ratos.












Mercado de San Camilo con todos los colores de sus productos, probamos una fruta llamada (si mal no recuerdo) sapote: una mezcla de mango y mancaqui, muy dulce pero hilachento. Almorzamos en una de las cocinerías del lugar , paseamos por los distintos puestos y me sentí totalmente consumida por la ignorancia: tanta fruta, fruto y verdura que ni remotamente podría adivinar el nombre, en el pasillo de las papas mi sobrina Ayleen habría sido la más feliz: así a vuelo de pájaro conté mas de 10 distintos tipos de tubérculos, después en lo que supuse era un local de artículos para medicina naturista encontré unas ranitas disecados donde la señora que atendía me saco de la duda y dijo que esas ranitas eran para hacer guisos previamente hidratadas, y luego la curiosidad me llevo a probar un jugo de noni con algarrobina y miel mientras Weimar tomaba uno brebaje tibio de maca con piña, en cuanto a sabor Weimar salió ganando, muy bueno será el noni para una montonera de cosas pero en jugo: no gracias. En este mercado en sus dos entradas habían altares: Nuestra Señora de la Amargura, San Camilo de Pelis y Nuestro Señor del Perdón.




No pudimos entrar a la catedral sin embargo pudimos en su fachada asistir a parte de una ceremonia en honor al día nacional del pisco (sour).
Datos: los taxis son chiquitos y van a todos lados de la ciudad por precios entre los 3 y los 5 soles o sea entre los 550 y los 900 pesos chilenos aproximadamente. Se puede comer rico y barato en las chifas (comida china) y en las cocinerías desde los 5.50 soles: 1200 pesos más o menos: saltado de lomo, caldo de gallina y algunos platos con cordero. Los alojamientos son variados y se puede encontrar hostales desde los 25 soles hasta hoteles de 90 soles, al cambio es algo así como 4.500 a 17.000 pesos (cobran por noche y el alojamiento se prolonga hasta mediodía, de ahí se cuenta otro día)
Arequipa es una ciudad grande que necesita al menos de tres días completos para recorrer los lugares eminentemente turísticos.

1 comentario:

  1. Creo que quiero ir a Arequipa, a mi tambien me gustan las papas. En serio, me la imagino una ciudad bella, algún dia ¿no?

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